Fuerte crisis en Aeroméxico: dudas con Delta y el 737 Max-9
Aeroméxico comienza a transitar otra importante crisis en la que se unen la posible ruptura en su vínculo comercial con Delta, a la vez que las dudas sobre el Boeing 737-Max-9, que ya le forzó a dejar en tierra por casi tres semanas su flota de este modelo por el incidente que sufrió a principios de enero un modelo de esa nave propiedad de Alaska Airlines.
Aeroméxico, de un lado, sufre que el Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT) ya rechaza de forma preliminar ratificar el acuerdo de asociación entre la aerolínea mexicana, dirigida por Andrés Conesa, y Delta, presidida por Ed Bastian.
El argumento principal que evitaría la continuidad sostiene que el gobierno mexicano ha modificado “las condiciones de competencia y libertad de mercado de aerotransporte comercial bajo las cuales se extendió la aprobación en 2016”.
La decisión unilateral tomada por AMLO de reducir los slots en el AICM y trasladar la carga a otro aeropuerto iba a ser temporal, pero de momento no hay evidencia de que esa decisión retroceda. Esta situación genera desconfianza en Pete Buttigieg, titular del DOT, que cumplió con el compromiso de permitir a México volver a la Categoría 1.
En el caso de que el DOT resuelva rechazar la renovación del “joint venture” entre Aeroméxico y Delta, perjudica a toda la aviación comercial privada de México.
El DOT requirió a las partes interesadas a presentar alegatos, pero ordena a las dos aerolíneas su separación y establece el 24 de octubre del 2024 como fecha límite para que esto ocurra.
La situación de Aeroméxico puede ser delicada si no se resuelve a su favor. Podría desestabilizarse nuevamente con riesgos de dirigirse incluso hacia «una posible quiebra», apunta Dinero en Imagen.
Como reveló REPORTUR.mx, la relación entre AMLO y la aerolínea que dirige Andrés Conesa siempre fue difícil.
Aeroméxico resultó la aerolínea más afectada por la cancelación del proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (NAICM), que tenía como fin promover el nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), y fue la más golpeada debido a que su modelo de aerolínea en red requería de un fuerte ‘hub’ para facilitar sus conexiones entre vuelos.
Aeroméxico, al mismo tiempo, se vio especialmente dolorida con la rebaja de la categoría aérea de la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, que le viene privando de abrir nuevas rutas y ampliar frecuencias en su principal mercado internacional.
Aeroméxico, que entró en bancarrota y que ha salido de ella con nuevos accionistas financieros que fueron quienes le prestaron su actual elevada deuda, padeció como entre enero y septiembre de 2022, Volaris y Viva Aerobus sumaron juntas más del 70% de la participación en asientos programados en el servicio nacional, con 40,6% y 30,1% respectivamente. (Aeroméxico, la más dolorida desde que AMLO gobierna).