El último informe elaborado por Exceltur pone de manifiesto la creciente preocupación que genera entre el empresariado turístico el crecimiento imparable que sigue registrando el alquiler vacacional en España (Canarias: el desmadre del alquiler vacacional, en cifras).
Es tal la alarma que provoca que los empresarios y directivos del sector coinciden en señalar dicho asunto como “el principal factor negativo en 2024”. Por detrás se sitúa la posibilidad de que el Gobierno vete los vuelos domésticos.
Sobre la primera cuestión, Exceltur se muestra tajante, reiterando que “se hace imprescindible una normativa paraguas nacional que ayude a hacer cumplir las normativas autonómicas y locales vigentes” (El modelo Airbnb sigue creciendo sin control en España).
Recuerda que “en 2023 se ha disparado la incorporación de viviendas turísticas al mercado (el número de plazas en las 25 principales ciudades españolas se incrementa en 15 mil nuevas vs 2022), acentuando por su dificultad de control los problemas sobre el acceso a la vivienda, las molestias vecinales, la masificación, banalización de los barrios más emblemáticos, con el consiguiente efecto negativo sobre la percepción social del turismo”.
Para el lobby turístico, “la acelerada gentrificación, dada la eclosión de la vivienda turística ilegal”, ha generado “desazón ciudadana, dañando la reputación colectiva del sector”.
A su juicio, se requiere, “como ya está ocurriendo en otros destinos exitosos en el mundo, de un valiente y renovado compromiso del conjunto de actores públicos y privados y ciudadanos que integran la extensa cadena de valor en los destinos, en favor, en este caso de un sector turístico español, más responsable, inclusivo y regenerativo, que evite los excesos del turismo y el turismo de excesos”.