Booking muestra una evolución imparable. La plataforma ya acapara el 71% de las ventas hoteleras realizadas por agencias de viajes online en Europa, lo que supone un aumento de 11 puntos porcentuales respecto a 2013, cuando su cuota se situaba en el 60%. Le siguen a gran distancia Expedia y HRS, con pesos respectivos del 14,4% y del 16,6% (Así ha barrido Booking a los hoteles españoles).
Los datos recabados por Hotrec muestran que, pese a los esfuerzos de los hoteles para impulsar la venta directa, su dependencia de las agencias de viajes online (OTA), con Booking a la cabeza, ha ido aumentando con el paso de los años. En 2023 ha ascendido al 29,1%, casi diez puntos porcentuales más que en 2013, cuando fue del 19,3% (Hoteles versus Booking: “Sus prácticas desleales deben terminar”).
La dependencia de los hoteles de este canal de distribución es especialmente preocupante en el caso de los establecimientos de menor tamaño. Entre los que cuentan con menos de 20 habitaciones, un 27% asegura distribuir entre el 30% y el 49% de su oferta vía OTA, mientras que un porcentaje idéntico vende más de la mitad de sus plazas a través de este canal.
En lo que respecta a la venta directa, llama la atención que la tendencia que se observó a raíz de la pandemia, con un fuerte incremento de la contratación directa en 2021, ha cambiado por completo en 2023.
En 2021 se alcanzó un porcentaje récord del 59,7% de reservas directas, tres décimas por encima del 59,4% registrado en 2013. Este cambio de comportamiento del consumidor insufló optimismo entre el sector hotelero, que lleva años volcado en recuperar el control sobre su producto. Sin embargo, la distribución directa ha experimentado un fuerte recorte en 2023, cayendo al 55%.
Está por ver a partir de ahora cómo afectan las restricciones impuestas por las autoridades nacionales y europeas a Booking, cuyas polémicas cláusulas de paridad acaban de ser retiradas por orden de la Comisión Europea. Asimismo, el gigante online tiene varios frentes abiertos en diversos países. Mención especial merece el caso de España, donde será sancionada con 486 millones de euros por “prácticas restrictivas de la competencia” (Multa histórica de la CNMC a Booking: 486 millones de euros).