El sector turístico canario se ha visto desbordado por la avalancha de turistas durante las vacaciones de Semana Santa gracias al buen tiempo. Hoteles, bares y restaurantes están recibiendo una altísima cantidad de clientes, viéndose obligados a contratar personal para mitigar la presión (Canarias: cifra histórica de turistas extranjeros gracias al empuje británico).
“Esto es un no parar; no damos abasto”, apunta Jorge Sánchez, responsable de uno de los restaurantes en Playa del Inglés. “Las previsiones son bastante buenas, hemos tenido que incrementar la plantilla porque no llegábamos para atender a la cantidad de turistas que están viniendo al restaurante”. Es más, no descarta incluso “incorporar más personal” (Canarias: cifra histórica de turistas extranjeros gracias al empuje británico).
Las llegadas parecen estar muy divididas entre turistas visitantes nacionales e internacionales. Además, a los empresarios les llama especialmente la atención que se trata de un viajero que no tiene en cuenta el gasto. “Los extranjeros, sobre todo, no escatiman en nada. Ellos gastan muchísimo en bebida, en cambio el turista nacional sí se sienta a almorzar”.
Situación similar se observa en el sector de los supermercados, que viene observando como amplios grupos de turistas se aglomeran a las puertas del local para comprar “flotadores, crema solar, palas, sombrillas hasta agua, cerveza o juegos para los niños en la playa. De todo”.
Es por ello que la responsable de la cadena Solkisemar, Kiara Monzón, también tiene pensado “aumentar el personal para estas fechas porque es posible que no lleguemos a la carga de trabajo que puede haber en los días fuertes de Semana Santa”.
Con todo ello, todo apunta a que los datos al cierre de las vacaciones serán mucho mejores que los del año pasado. “Ya noto la diferencia con respecto al 2023 y esto no ha hecho más que empezar”, subraya Jorge Sánchez.