El Ayuntamiento de Barcelona continúa prometiendo mano dura contra los pisos turísticos. En el día de hoy, el alcalde de la ciudad, Jaume Collboni, ha afirmado que “el objetivo es que distritos como Ciutat Vella cuenten con cero apartamentos turísticos” (Cataluña pone coto a las viviendas turísticas a golpe de decreto).
Ello se hará a través del nuevo decreto, aprobado en el mes de diciembre, con el que otorgará a los municipios las herramientas para limitar el número de licencias que se reparten. Concretamente, obligará a renovar los permisos urbanísticos cada cinco años, siendo los Ayuntamientos los que tengan el poder de revisar y anular si lo ven necesario (Golpe a las mafias del alquiler vacacional en Barcelona).
Como publicó Preferente, los 262 municipios que podrán acogerse a esta nueva regulación, cuentan con un total de 95.000 casas destinadas al turismo. Ahora, con las nuevas medidas, las zonas que quieran acoger apartamentos deberán justificar que cuentan con suelo suficiente destinado a vivienda residencial. Se limitará a 10 por cada 100 habitantes, lo que en la actualidad conllevaría la clausura de alrededor de 28.000 pisos.
“Es necesario regular y limitar los alquileres de temporada para fomentar la oferta de viviendas para vivir”, ha añadido Collboni en una entrevista en Els Matins de TV3. Para ello, “tenemos que recudir en el número de apartamentos en la ciudad, especialmente en las zonas más tensionadas”, porque “están causando problemas de seguridad”.
Estas duras declaraciones han caído como un jarro de agua fría en el segmento del alquiler vacacional. La patronal Aptur ha acusado al alcalde de “caza de brujas”, avisando de que promoverá la “proliferación de pisos turísticos ilegales”.