Los viajes del Imserso, cuyo retraso ha impactado de lleno en la actividad hotelera de Benidorm durante la primera mitad de noviembre, jugarán un papel crucial para que el sector de la capital turística de la Costa Blanca pueda pasar el invierno con cifras más que aceptables (Así ha impactado el retraso del Imserso en Benidorm).
Según explica la patronal hotelera de la Comunidad Valenciana (Hosbec), la tardanza provocada por las alegaciones presentadas a la adjudicación del programa para mayores, así como el desacuerdo con los precios de contratación, que no llegaban a cubrir los costes de los alojamientos adscritos, “auguraban una temporada de cierres en cadena poniendo en riesgo más de 3.000 puestos de trabajos directos y más de 10.000 indirectos del sector turístico valenciano”.
Sin embargo, la puesta en marcha del Imserso, unida al anuncio de la continuidad del programa Bono Viatge por parte de la Generalitat Valenciana para la temporada 2024, con el que se incentiva el turismo dentro de la propia comunidad, ha contribuido a combatir la temida desestacionalización.
Hosbec prevé que de octubre de 2023 a marzo de 2024 la capital turística de la Costa Blanca mantendrá abierta el 87,6% de su planta hotelera, el 90,9% de su planta de apartamentos turísticos y el 91% de sus campings asociados.
Aunque la temporalidad es el motivo principal de cierre en el 72% de los alojamientos, el 19,2% se debe a reformas en sus instalaciones, lo que refleja una clara apuesta por la renovación de las infraestructuras de los hoteleros de Benidorm.
En la evolución mensual se observa como el punto más importante de estacionalidad va a ocurrir durante el mes de enero 2024, periodo en el que el cierre de establecimientos hoteleros va a afectar a más de 8.300 plazas en este destino.