El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha confirmado que “nuestra decisión de extinguir los pisos turísticos en Barcelona es firme”. A través de una carta abierta, el edil salido al paso de las recientes afirmaciones por parte de Airbnb, en las que presionaba para que la nueva normativa no saliese adelante (Barcelona acelera en su golpe a los pisos turísticos ilegales).
Como publicó Preferente, la plataforma expuso que “las restricciones contra las viviendas de uso turístico en Barcelona a lo largo de la última década no han cumplido su promesa de combatir los problemas de accesibilidad a la vivienda y el turismo de masas” (Airbnb presiona para intentar tumbar los planes de Barcelona y Madrid).
Sin embargo, Collboni insiste en que “Barcelona no se puede permitir tener viviendas dedicadas exclusivamente a la actividad turística mientras existe un déficit de oferta que ha multiplicado el precio del alquiler”. Así, mantiene su plan de no renovar las 10.000 licencias que expiran en noviembre de 2028.
El objetivo es “devolver esos pisos al mercado de uso residencial”, expone en la misiva, lo que “beneficiará directamente a más de 25.000 ciudadanos”. Para el alcalde, “es una cuestión de principios y de responsabilidad ante una crisis habitacional de tal dimensión”. Por ello, “se debe priorizar el uso residencial de las viviendas por encima de su explotación turística”.
“La decisión de acabar con la figura del piso de uso turístico es también una declaración de intenciones ante las consecuencias que, sobre la ciudad, tienen las llamas economías de plataforma. La falta de vivienda digna y asequible es un problema de todo el mundo, y el Ayuntamiento y ya estamos volcados en la búsqueda de soluciones”, concluye el edil.