“Los hoteles no son comisarías. Las recepciones no son puestos fronterizos. Y los recepcionistas no deberían ser interrogadores formados en los servicios secretos”. De esta manera vuelve a expresarse el líder de Cehat, Jorge Marichal, tras la entrada en vigor del polémico Real Decreto 933/2021 el pasado 2 de diciembre, que obliga a los hoteles a rellenar un formulario “interminable con más de 30 datos” (El sector turístico, en “pie de guerra” contra Marlaska).
El directivo critica que “quieren que actuemos como policías” en lugar de “dotar de más medios y personal a las Fuerzas de Seguridad para que hagan su trabajo donde realmente importa: en fronteras, aeropuertos y controles específicos”. “Convertir a recepcionistas en agentes de aduanas que deben recopilar, verificar y almacenar tanta información no solo es inútil, sino contraproducente” (Dura crítica del turismo europeo al ‘Gran Hermano’ de Marlaska).
Así, cuestiona la efectividad del presunto objetivo que persigue el Gobierno, que es combatir el terrorismo y capturar delincuentes. “Los verdaderos delincuentes –esos que no suelen aparecer en hoteles con todo en regla– seguirán cómodos y despreocupados. ¿Para qué molestarse con un check-in cuando hay tantas opciones para alojarse sin dar explicaciones? Los verdaderos criminales encuentran formas de alojarse sin dejar rastro”.
Otro punto al que hace referencia al riesgo que supone que toda la información recopilada se guarde en un trienio. “¿Qué podría salir mal con tres años de datos almacenados? Seguro que ningún hacker, en ningún rincón del planeta, pensará: “Vaya, esto es un buffet libre”. ¿Es esta la seguridad que nos prometen?”.
También avisa del impacto que puede tener en el turismo procedente de Reino Unido, principal mercado emisor para España. “Ahora, con los mismos recursos policiales (o menos), tendremos aún más datos que procesar. ¿El resultado? Aeropuertos colapsados, recepciones saturadas y turistas que, en lugar de recordar España como el país del sol, la alegría, la gastronomía y la cultura lo recordarán como el reino del formulario”.
Con todo ello, clama no seguir cargando al sector turístico con “más normativas que solo para ahuyentan a los viajeros y hacen perder el tiempo”. “No sirven para atrapar a criminales, pero sí para generar un problemón monumental en la operativa diaria de los alojamientos turísticos, socavar la privacidad de los viajeros y aburrirlos hasta el hartazgo”.