“Espero que no se alcancen los 100 millones de turistas y sobre todo que no vayamos a buscar ese fin, si no que persigamos alcanzar los 200.000 millones de euros de contribución del turismo a España”. Así lo destaca el consejero delegado de Meliá, Gabriel Escarrer, quien considera que “eso sí que para mí es una meta a la que deberíamos aspirar” (Sarasola: “Me horroriza que España pueda llegar a 100 millones de turistas”).
Cabe recordar que nuestro país cerró 2023 con la cifra histórica de 85 millones de turistas internacionales. Además, si todo marcha según lo previsto, superará en el presente ejercicio la barrera de los 90 millones de viajeros.
En una entrevista concedida a Cinco Días, el también presidente de Exceltur señala al desmadre de las viviendas vacacionales como la principal causa del malestar de parte de la ciudadanía con el turismo. Es por ello que exige la desaparición de la oferta ilegal, que representa el 90% del total (Alarma por el boom del alquiler turístico ilegal en España).
A su juicio, “se ha hecho todo mal” con esta nueva forma de alojamiento. En primer lugar, porque “el reglamento europeo exonera de toda responsabilidad a las plataformas que anuncian esa oferta ilegal”.
“Luego las limitaciones de la ley de arrendamientos urbanos han propiciado la salida del mercado de muchas viviendas de alquiler a largo plazo para ir al de corto plazo por su mayor rentabilidad y finalmente las comunidades autónomas no saben gestionar bien los registros oficiales de esas viviendas”, agrega.
En declaraciones a Expansión, Escarrer explica que la solución pasa por desestacionalizar la oferta y centrarse en la captación de turistas que convivan mejor con los residentes. No obstante, considera que sería una locura “cambiar el modelo de la noche a la mañana porque sería catastrófico”. “Se tiene que transformar de forma paulatina y ordenada”, sentencia.