Las viviendas de uso turístico se están expandiendo de forma generalizada en todo el territorio español. Sin embargo, el crecimiento es especialmente intenso en aquellas que no han regulado el fenómeno o no disponen de los instrumentos de inspección y control suficientes, así como en las que existe un mayor diferencial de rentabilidad frente al alquiler tradicional de larga estancia (El desmadre de las viviendas turísticas en España, al detalle).
Según los datos recogidos en el último informe de Exceltur, Madrid, Valencia, Málaga y Sevilla son, en este orden, las ciudades en las que más se ha disparado el número de viviendas vacacionales en términos absolutos en los tres primeros meses de 2024. Se han incorporado 13.571, 8.054, 7.478 y 5.769 plazas, respectivamente. Los mayores crecimientos interanuales corresponden a Oviedo, Gijón, Valencia, Santander y La Coruña, con tasas respectivas del 85,5%, 56,4%, 40,4%, 37,8% y 35,1%.
Tan solo en las ciudades donde hay una mayor sensibilidad ciudadana y, sobre todo, un mayor esfuerzo municipal y prioridad política para su ordenación y control, el crecimiento de las viviendas vacacionales se sitúa en una tendencia razonable. Este es el caso de Palma de Mallorca (-6,1% 2024 vs. 2023) e Ibiza (-17%). Mientras tanto, Barcelona (+11,8%) y San Sebastián (+10,9%) experimentan evoluciones notablemente inferiores a los de antes de la pandemia.