Guillaume Kasbarian, el ministro delegado de la Vivienda en Francia, ha explicado que el país evoluciona hacia una limitación numérica de los apartamentos turísticos, lo que también podemos denominar una contingentación (Francia: fuerte golpe legal a la vivienda turística y Airbnb).
Esa es el arma más importante que la nueva ley aprobada el pasado martes en el Senado ofrece a los ayuntamientos para que resuelvan el grave problema de la falta de vivienda en régimen de alquiler de larga estancia. “Los municipios ya están tomando medidas para introducir medidas como, por ejemplo, la obligación de empadronar” estas viviendas, explicó el ministro, comentando el caso de Saint Malo, que va por este camino, para a continuación fijar cuotas.
Kasbarian considera adecuado que no haya habido una prohibición total, pero sí que se deje libertad a los alcaldes.
En otros casos, como el de la isla de Ré, se va a limitar en 2.781 alojamientos turísticos amueblados (que es como los llaman oficialmente en Francia). Annecy va por el mismo camino.
“Estamos reequilibrando el mercado con herramientas de la mano de los ayuntamientos para aportar un poco de equilibrio”, añadió.
Los apartamentos turísticos siguen pudiendo ser alquilados sólo 120 días al año y no 90 como inicialmente se planteó. Igualmente, deberán pagar más impuestos que hasta ahora.