Continúa el clamor del sector hotelero de Mallorca contra los efectos de las viviendas turísticas. En unas declaraciones realizadas en el marco de la WTM de Londres, la presidenta de la FEHM, María Frontera, alerta que “es el crecimiento sin control del alquiler turístico lo que nos está causando un grave problema de convivencia en ciudades de todo el mundo”. (Emergencia alojativa en Baleares por el auge de las viviendas turísticas)
En su opinión, “estamos ante un problema que se genera porque las plataformas no quieren hacerse responsables de la verificación de la licencia. Ponen el foco en el negocio y hacen la vista gorda en el cumplimiento de la legalidad”. Así, lamenta que la intención de conseguir una “economía colaborativa”, se ha ido completamente de las manos.
Pese a que celebra el reglamento que prepara la Comisión Europea, considera que “no será la solución definitiva”. Aboga por complementarlo con un reforzamiento de “los mecanismos de control”, dotando “de herramientas desde las instituciones, en nuestro caso desde el Consell de Mallorca”.
Entre las consecuencias que se siguen viendo, Frontera expone un “estrés en las infraestructuras, que no están dimensionadas para absorber la oferta”. A ello hay que sumar la falta de vivienda residencial. En los últimos 10 años, los pisos turísticos reglados han crecido en un 204%, frente al +7% de las plazas hoteleras. Ello sin contar con la oferta ilegal. (Baleares: el alquiler turístico se come el parque residencial)
Con todo ello, la presidenta de los hoteleros mallorquines critica que “se ha hecho demasiado la vista gorda y ahora toda la sociedad está pagando las consecuencias de una situación que no han creado los hoteles”. “No somos los hoteleros los únicos perjudicados, sinos todos los ciudadanos, porque no hay viviendas para sanitarios, educadores, trabajadores, de la justicia, seguridad, etc y, por lo tanto, no disponemos de servicios públicos de calidad”.