Desde el pasado 26 de octubre, cuando inició la comercialización de los viajes del Imserso, las quejas de los pensionistas han sido una constante. En los últimos meses, han denunciado deficiencias en el servicio, irregularidades en el reparto de plazas y han cargado contra la gestión de Ávoris (Viajes del Imserso: enésima queja de los jubilados por el servicio).
En primer lugar, ante el caos inicial y las dificultades para hacerse con una plaza en el programa, salió a la luz plataforma Dignidad Mayores, que manifestó que las ventas se abrieron con una oferta inferior a la estipulada en el contrato. Asimismo, habló de trato de favor a los ciudadanos de algunos municipios.
Esta organización también ha liderado protestas contra los numerosos cambios de fechas, hoteles y destinos que han sufrido muchos de los clientes. De hecho, asegura tener pruebas de que “hay transportes que no cumplen con los límites de los pliegos y que obligan a los jubilados a levantarse a horas intempestivas” (Aviso a los viajeros del Imserso: “Hay muchísimos cambios de hoteles, fechas y destinos”).
Dejando a un lado las acciones de esta plataforma, cabe recordar otros sucesos. Por ejemplo, decenas de pensionistas se vieron afectados por dos intoxicaciones en hoteles de Mallorca en apenas una semana. Quedó demostrado que el hotel Palma Bay Club Resort y otro de la misma cadena estaban ofreciendo a los jubilados alimentos en mal estado, por lo que sus cocinas fueron clausuradas temporalmente. Sufrieron fuertes episodios de diarrea y vómitos.
La lista sigue con otro centenar de clientes del programa que tuvieron graves problemas con sus vuelos. Uno de los grupos iba a Benidorm y perdió todo un día en el aeropuerto de Santiago tras sufrir un retraso en su salida de más de 10 horas. Por su parte, al segundo le ocurrió en Almería, con 4 horas de demora y sin disponer de comida o información alguna (Imserso: un grupo de jubilados que iba a Benidorm queda varado en Santiago).
Finalmente, los mayores han insistido en los problemas que causa la falta de aseos en los autobuses durante los trayectos largos. A priori puede parecer un asunto menor, pero estos denuncian que “algo que nos crea mucha preocupación es pensar que, si tenemos una necesidad urgente de ir al aseo, nos vamos a ver en problemas, porque los tiempos están marcados para hacer las paradas e igual no llegamos”.
Con todo ello, todo apunta a la necesaria renovación del programa de turismo social para poner solución a esta amplia batería de asuntos. Recientemente, la directora general del Imserso, María Teresa Sancho, reconoció que “estos viajes son un tema de gran complejidad que requiere una reflexión en profundidad que vamos a tener en breve” (El Imserso reconoce que los viajes necesitan una “reflexión profunda”).
El objetivo es adaptarlo a las necesidades actuales de los pensionistas para “favorecer a los que tienen menos posibilidades y cubrir sus necesidades de vivir un envejecimiento activo”. Sancho cree que las deficiencias actuales de los viajes residen en el “escaso conocimiento del sector vejez, envejecimiento”. Por ello, “voy a intentar darle un empujón importante a todo lo que sea generación y transferencia de conocimiento”.