Es lo que se dice una bicoca. La presidencia de Paradores es un chollazo. Habrá pocos cargos de empresas públicas cuyos presidentes cobren más que los titulares de Paradores. Tal vez después de Red Eléctrica, Paradores sea la mejor pagada. Así que a la doña de Gavá le ha tocado el premio gordo con retraso. En total, una gratificación anual de 200.000 eurazos. Ni tan mal para una exministra que se encontraba en el paro desde hace tan solo un mes y algo. La suerte acompaña a Raquel Sánchez, que pasará a cobrar 80.000 mil euros anuales más que como ministra de Transportes (La exministra Raquel Sánchez será presidenta de Paradores).
Los árabes a la suerte le llaman baraka. Y esta política del PSC está bendecida con la baraka de Pedro Sánchez, que no es coja a la hora de premiar a los leales. Pues eso, de Transportes a Paradores en 45 días, en mes y medio. Y a vivir que son 2 días y uno fue ayer. De Sánchez a Sánchez y tiro porque me toca. El juego de la oca en el que solo participan los adictos a las partidas que gobiernan la Moncloa. Esté es un juego y no el de la Oca que presentaban Emilio Aragón y Belén Rueda en los inicios de Antena 3…
El puesto de presidenta de Paradores le tocó a la política charnega como le podía haber tocado a otra (u otro) colega del partido socialista de Cataluña. Las empresas públicas parecen estar hechas a medida de los socialistas catalanes. En Aena, Maurici; en Renfe, Raul (con diéresis); y en Paradores, Raquel. Sin olvidar que Hereu, el nuevo ministro de Industria y Turismo, venía de la presidencia de Hispasat. La flamante Raquel Sánchez no es la única mujer en acceder al cargo supremo de Paradores, pero sí la única que como tal se sentará en el consejo de Exceltur, donde conviven empresas privadas y públicas.
Que nadie se rasgue las vestiduras con el nombramiento de una política inexperta en turismo al frente de Paradores: ningún/a antecesor/a de Raquel Sánchez tenía conocimientos de la industria turística. Y en el marchito estuvieron varios años cada uno de los predecesores de la sonriente Sánchez contribuyendo a sacar adelante la red de establecimientos hoteleros con las ayudas públicas del Estado. No cuestionen a RS, discrepen de los Gobiernos pasados que no quisieron o se atrevieron a privatizar una cadena creada por el franquismo y que es refugio de políticos a los que de alguna manera hay que premiar. En este caso, el bombo de la lotería sólo llevaba la bola de Sánchez (Raquel) y el niño de San Idelfonso era otro Sánchez (Pedro). Baraka Sánchez, o sea.