Rosa Cullell es una gran periodista barcelonesa que ha ocupado puestos de alta responsabilidad en instituciones públicas y en entidades financieras de Cataluña. Cullell es muy respetada en el mundo de los medios de comunicación por su profesionalidad y, sobre todo, por su talante conciliador y templado. Durante unos tres lustros estuvo al frente del departamento de comunicación de La Caixa y a todos atendió con tolerancia y sin sectarismo.
Conoce a fondo, por tanto, los entresijos de la segunda entidad financiera de España. Rosa Cullell escribe con frecuencia en el centrista digital The Objective y este martes ha publicado un artículo claro y sobrio acerca de las presiones políticas que está teniendo La Caixa. En dicho artículo no oculta su preocupación por la injerencia de las organizaciones políticas en la entidad que preside Isidro Faine. “Pressing a CaixaBank”, es su título.
De la primera a la última línea, o sea, del primer al último párrafo, hay que suscribir lo que dice sobre las presiones políticas esta lúcida periodista que dice tener como patria sus dos lenguas: el castellano y el catalán. Cullell escribe que “a los empresarios se le pusieron los pelos de punta al leer el fin de semana en La Vanguardia la noticia de Junts sobre penalizar a las empresas que tengas su sede social fuera de sus centros operativos”.
Cullell dice lo que pocos o nadie se atreve a comentar en Cataluña, por miedo o pasividad: que los intentos “del control del independentismo de la Fundación Bancaria La Caixa [primer accionista del banco de mismo nombre y con fuerte implantación en toda España] provocaría un desastre”. Lo argumenta con datos irrefutables a los que los partidos separatistas y aliados de la Moncloa le entran por un oído y les salen por otro. “Seis años después del fracasado 1-O la autonomía sigue registrando más salidas que entradas de empresas”, asevera y con razón la periodista.
En CaixaBank están inquietos con el pacto suscrito por Pedro Sánchez y los separatistas. Hace 6 años hubo una importante fuga de capital a otras entidades a raíz del “procés”. Entre el capital que emigró se hallaba el de empresarios y directivos del sector turístico, al menos de los grupos más fuertes. También están preocupados en el Banco del Sabadell, el tercero de España con el BBVA en apoyar al Turismo, aunque no tienen una Cullell que les escriba, sino todo lo contrario.
En Cataluña la clase turística está dividida y en España ninguna agrupación se pronuncia. La principal aseguradora de los hoteles españoles, la cotizada Mapfre, es la única del Ibex que ha mostrado su rechazo. El presidente de Mercadona lo ha hecho en la mañana de hoy jueves.