La prensa británica vuelve a atacar a los destinos turísticos españoles, alertando de los supuestos “peligros” que se pueden encontrar los turistas en sus próximas vacaciones. The Sun ha elaborado una publicación que pone el foco en tres regiones: Andalucía, Benidorm y Mallorca, así como en algunos restaurantes que, a su juicio, intentan estafar a los viajeros (Indignación en Reino Unido con España: “Los turistas se van a asar”).
En primer lugar, hace referencia a que “los locales de Andalucía ya pueden fijar precios diferentes para las mesas a la sombra”. El periódico critica que “una turista se enfadó cuando le dijeron que tendría que pagar 8,50 libras más por una mesa en el exterior”, pese a haber sido avisada previamente.
Además, señala que existen otros costes ocultos que pueden inflar el ticket final. “Si se come fuera al menos dos veces al día durante una semana de vacaciones, algunos británicos podrían gastarse 119 libras más en cenar”.
En el caso de Benidorm, The Sun carga contra la prohibición de bañarse en la playa entre las 00:00 y las 07:00h. “Deben ser conscientes de las restricciones horarias y mirar el reloj dos veces antes de ir”, ya que “puede costar a los bañistas la friolera de 1.000 libras” (La prensa inglesa ataca a Benidorm: “Es el destino más vulgar de Europa”).
De igual manera, muestra su indignación con locales de Mallorca por “no permitir la entrada a quienes lleven camisetas de fútbol”. Lo mismo ocurre con los grupos grandes, indicando que a algunos se les ha negado el servicio.
Finalmente, el periódico inglés pone el foco en las políticas de algunos bares. “En España, los restaurantes no sirven comidas a mediodía, y si lo hacen, es mejor evitarlos a toda costa. La razón es que los españoles no hacen su segunda comida hasta las 14.30 o 16.00 horas. Si un establecimiento abre antes, probablemente sea una trampa para turistas que le cobrará de más”.
También recomienda alejarse de “cualquier restaurante que sirva paella para cenar, ya que es un plato que normalmente sólo se sirve a mediodía”, así como de aquellos locales que muestren “fotos de la comida en la fachada. Es otra señal de trampa”.