A diferencia de lo sucedido con las aerolíneas y en mayor medida con las agencias de viajes, sectores se están viendo afectados por el impacto de la espiral inflacionista en el poder adquisitivo de los consumidores, los hoteles siguen reportando grandes cifras de ocupación y rentabilidad (Inquietud en las grandes redes al frenarse en seco la demanda).
Un claro ejemplo de ello es Meliá. Fuentes de la cadena declaran a Preferente que “a nivel general, la temporada se mantiene positiva en los hoteles vacacionales de España”. “Nos encontramos dos puntos por encima de la ocupación del año pasado, con un 88% en julio y una previsión del 90% para agosto, mientras que el precio también continúa incrementándose”, revelan.
El grupo comandado por Gabriel Escarrer afirma que “la temporada está siendo un éxito”, destacando especialmente el gran comportamiento de los hoteles ubicados en Calviá, Torremolinos, Marbella y Canarias.
“La tendencia es positiva en todas las zonas, sobre todo en Baleares, y seguimos sin apreciar una ralentización en la demanda a corto plazo”, zanja.
Asimismo, hace referencia a “la excelente acogida que ha tenido el reposicionamiento de los productos en España y la apuesta por el segmento del lujo, que sigue liderando buena parte de la demanda”.