Meliá Hotels International vuelve a cerrar un año fiscal con resultados muy positivos. La compañía ha conseguido unos beneficios de 130 millones de euros en 2023, un 8,3% mejor que en 2022 e incluso un 6,9% por encima de los de antes de la pandemia (Meliá olvida la crisis y gana 120 millones en 2022).
Los ingresos del grupo ascienden a 1.928 millones (+14,8% vs 2022), con un positivo comportamiento de todas las divisiones, que contribuye a una mejora del +17,3% en el Ingreso medio por Habitación Disponible (RevPAR) global. De igual manera, el Ebitda superó las expectativas del mercado, alcanzando los 489 millones (Meliá gana más de 108 millones y dispara sus ingresos).
Gracias a estos buenos resultados, la hotelera que comanda Gabriel Escarrer ha conseguido reducir la deuda neta en 60 millones. A fecha 31 de diciembre, su posición de liquidez era de más de 330 millones.
“2023 concluye como un buen año para el negocio hotelero de Meliá, impulsado por una sólida demanda, cuya evolución desde 2022 respalda la estrategia. Y es que los vientos de cola de la demanda turística internacional han ayudado sin duda a conseguir los resultados anuales que ahora presentamos, combinados con una exigente hoja de ruta estratégica”, destaca el empresario.
De cara al 2024, las perspectivas siguen siendo muy positivas, con un volumen de ventas en libros para el primer trimestre que ya supera en un 30% el del mismo periodo de 2022. Para Escarrer será un año un año que “mantendrá la tendencia al alza del negocio, coyuntura que seguiremos aprovechando para fortalecer nuestro balance y retornarlo a los saludables niveles de deuda y generación de valor previos a la pandemia”.