Pablo Motos no cae bien al sóviet sanchista porque discrepa del gran líder, que es tan temible como picajoso. Motos disiente de vez en cuando de Peese y lo hace, además, de forma liviana. Pero suficiente para que Moncloa, Ferraz and hooligans lo tengan en el centro de la diana. Motos sigue siendo felipista, lo que jode mucho a los legionarios de don Narciso. Al líder de Antena 3 no lo perdonan ni sus antiguos compañeros de Prisa. A Motos le han dado un zasca con misil por llevar ahora camisa azul cielo y entrevistar a Rafa Nadal.
Nadal abrió la nueva temporada de El Hormiguero y zurriagazo al colosal tenista por acudir al plató de Motos y Salvador. El mallorquín, ejemplo de lucha, serenidad e inteligencia, destaca fuera de las pistas por no meterse en charcos políticos. En otra cadena y con otro entrevistador no habría recibido tan tremendo coscorrón de El País. Nadal fue al programa a hablar de sus hoteles, según su crítica de televisión. Como Umbral y su libro en el pretérito programa de Mercedes Milá. Este país está cada vez más atolondrado (Meliá y Rafa Nadal llevan su marca ‘lifestyle’ a Albania).
No sabemos de cuál de sus hoteles habló Rafa Nadal. Si de los varios que tiene en gestión con los Escarrer o del que explota Fluxá en Cala Millor. O tal vez hizo mención a la sociedad en la que está con los Matutes. O puede que hiciera algún comentario sobre el establecimiento de Cozumel, la primera inversión hotelera de la familia manacorí (Lopetegui es socio). Igual habló de todos y yo no me enteré. La periodista de El País debe tener mejor oído. Y vista: no me fijé en el cambio de camisa de Motos. Azul celeste “como los señores de España”. O Expaña. Con equis.