Iago Negueruela, ex vicepresidente de Baleares y conseller de Turismo, es uno de los nombres que se ha querido colocar como candidato a ser ministro de Turismo en el nuevo gobierno de Pedro Sánchez, aunque su comportamiento privado polémico y los resultados de su modelo en las Islas le convierten en una opción de riesgo para el recién investido presidente (Los hoteleros de Baleares estallan contra Negueruela tras sus duras acusaciones).
Negueruela ha sido noticia por privilegiar a su compañera sentimental en el organigrama de la conselleria y elegirla para que le acompañase en sus viajes por capitales europeas, unido a que múltiples empresarios han denunciado con frecuencia sus llamadas amenazantes con métodos y objetivos de cuestionable fin.
Su legado político ha sido que el Archipiélago ha sufrido el mayor malestar de los residentes ante la saturación y masificación de su fomento de Airbnb al que liberó de la ecotasa, unido a la falta de resultados de sus leyes contra el turismo de excesos, y al encarecimiento disparado de la vivienda en su época gubernamental.
Negueruela ha sido rebatido estos días precisamente de una inaudita forma contundente por prácticamente todos los colectivos baleares tras sembrar sospechas infundadas sobre ellos, por lo que su presencia en el Consejo de Ministros podría convertirse en un problema político para Pedro Sánchez de igual modo que lo fue la secretaria de Estado mallorquina Bel Oliver.
Sánchez tuvo que cesar a Bel Oliver, íntima de Francina Armengol, para salvar a su entonces ministra Reyes Maroto ante el escándalo de los certificados falsos de Covid, mientras el hoy titular, el canario Héctor Gómez, goza de una mayor aprobación del sector, por su perfil dialogante y alejado de un estilo polémico.