«Vive la inolvidable experiencia de dormir en plena naturaleza». Este es el ejemplo de alguno de los anuncios que pueden verse en plataformas como Airbnb y Booking, que en demasiadas ocasiones publican alojamientos que no tienen ningún tipo de permiso. El caso más escandaloso se produjo hace apenas unas semanas en Ibiza, donde Airbnb publicó el anuncio de una tienda de campaña a 45 euros la noche. A dicho precio debía añadirse la comisión de la plataforma.
El caso de la tienda de campaña de Ibiza a 45 euros la noche obligó a Airbnb a retirar el anuncio. Este episodio es aún más grave ya que la tienda de campaña estaba instalada en un solar repleto de chabolas, una circunstancia que importó poco a la hora de difundir el anuncio.
A pesar de las muchas negociaciones entre administraciones y plataformas para evitar estas situaciones, los anuncios que difunden sobre todo Airbnb y Booking tienen un aspecto positivo: permiten localizar la oferta turística ilegal. Pero también implica que la oferta ilegal se sigue publicando y que las plataformas no confirman que los alojamientos que se comercializan son legales.
Sin embargo, Airbnb se defiende ante estos episodios tan escandalosos. La plataforma esgrime que ha eliminado más de 200.000 anuncios en todo el mundo «por no cumplir con los estándares de confianza y calidad» y recuerda que en diciembre de 2020 firmó con el Consell de Ibiza «un acuerdo histórico para ayudar» a los anfitriones a «cumplir» con la regulación local y apoyar las tareas de «inspección» de las autoridades. A la vista del anuncio de la tienda de campaña hay filtros que siguen sin funcionar en Airbnb, que opta por mirar para otro lado a la hora de confirmar si la oferta que comercializa es legal o ilegal.
Algunos sectores lamentan que Airbnb siga incumpliendo su compromiso de no publicar oferta de alojamientos ilegales. De hecho, el Consell de Ibiza informó a la plataforma de alojamientos turísticos que se habían detectado 269 alquileres ilegales que se publicaban sin ningún tipo de traba por parte de Airbnb.
Pero estas situaciones no solo se producen en Ibiza. Una reciente investigación del Consell de Mallorca ha revelado que más del 50% de los anuncios de pisos turísticos de la isla podrían estar incurriendo en prácticas fraudulentas (El plan de Baleares para detectar pisos turísticos ilegales).
Los datos, correspondientes al mes de septiembre, indican que de las 43.426 viviendas publicitadas en portales como Airbnb y Booking, al menos 23.030 muestran indicios de irregularidad o carecen de las licencias necesarias, mientras que solo 10.710 cuentan con los permisos oficiales requeridos para la actividad (Emergencia alojativa en Baleares por el lastre de los pisos turísticos).
El Parlamento Europeo aprobó en febrero de este año un reglamento para los alquileres de los pisos turísticos en Europa. La idea es homogeneizar la dispersa normativa autonómica en España y luchar contra la oferta ilegal de pisos turísticos. Los caseros están obligados a facilitar a la autoridad competente, en el caso de España a las comunidades autónomas, sus datos personales y los de la vivienda. También deberán registrar con un número la vivienda si la plataforma donde la comercializan así lo exige.
La propuesta del Parlamento Europeo ha sido publicada y se propone un plazo de dos años para su implementación por parte de las plataformas y las administraciones implicadas de los diferentes miembros. Es decir, esta normativa será de obligado cumplimiento en febrero de 2026 y mientras tanto Airbnb podrá seguir publicando anuncios de alojamientos ilegales. Mientras transcurren los dos años, cualquier alojamiento turístico ilegal tiene posibilidades de salir entre los miles de anuncios de Airbnb. (El modelo Airbnb ahoga a El Campello: 1.800 pisos turísticos y sólo 8 hoteles)